Las miniaturas de Hell Dorado – Los Demonios

La caja básica de los Demonios está compuesta por: Asaliah, 3 condenados de la Pereza, 1 embajador infernal, 1 súcubo, 3 condenados de la Cólera y 2 lémures (Haborym y Carabia)

Asaliah, el ángel rebelde y oficial de los Demonios. Según ella descendió al Infierno para devolverle el equilibrio que había roto los humanos al invadirlo.

«La primera vez que oí su nombre fue durante una de nuestras numerosas expediciones de reconocimiento en el altoKohut. El alto mando deseaba un informe exahustivo sobre las actividades de los Condenados resistentes que habitaban la cienaga del Poseído. Esta amplia banda de terreno, que lindaba con una de nuestras principales vias de avituallamiento, restaba lejos de ser segura. A menudo, Nuestras caravanas desempeñaban el papel de presa para un siniestro salteador, un diablo o archidemonio… ¡yo qué sé !

La operación fue coronada con éxito en apenas dos semanas, la manada de Condenados menguó rápidamente. Conservamos a un Condenado que poseía una mirada más viva que sus congéneres y el desgraciado fue a caer en las zarpas de un siniestro personaje que nos acompañaba.

Los curas le realizaron la Prueba, machacando, cizallando, destripando con un furor mezclado con una especie de salvajismo. En un gran alarde de inteligencia, ellos le pidieron que aceptara al Señor: esta gente pide respetar sus reglas incluso en casa ajena, ¡los muy imbéciles! El condenado mostró mucho más corage del previsto. Reducido al estado de un fruto demasiado maduro estampado contra una pared, él continuaba gritando obscenidades, escupiendo y riendo a carcajadas en presencia de los misioneros. Reconozco personalmente haber sonreído, ya que la situación era divertida.

Luego, como si el tiempo hubiera cambiado, el pobre diablo fijó sus ojos en los míos y me dedicó una sonrisa chapurreando estas palabras: “¡Ha llegado la hora, soldado. Ella se acerca! ¡Ella Viene a reclamar lo que es suyo! ¡Viene clamando venganza! ¡Tened cuidado, porque sus ejércitos son innumerables! ¡Asaliah es nuestra salvadora, que su nombre sea clamado en todos los Infiernos! “

Los curas acabaron dándole una paliza, gritándole que Dios los protegería. El condenado en un último estertor, les hizo ver que Asaliah era un ángel y que ya había escupido a la cara al Creador, hacía mucho, mucho tiempo.

¡Ese día conocieron el miedo, quemándose vivos bajo su sotana, por una brusca oleada de calor! Las leyendas fueron tomando vida poco a poco, y no estarían necesariamente de su parte.

Este estúpido Condenado estaba tramando algo. Desde entonces tengo la impresión de que, por la noche, de vez en cuando me visita una figura femenina y vaporosa. Y siempre me susurra lo mismo, lentamente, casi como una amante: ” Aidan, prepárate para recibirme, estoy llegando bravo soldado … “

Aidan Saint James, ” memorias de un viejo soldado ”

El Embajador Infernal es muy útil para contrarrestar los planes del adversario gracias a sus pérfidas insinuaciones, además es un temible adversario en el cuerpo a cuerpo gracias a sus versátiles poderes de Resistencia. El embajador no sólo es el emisario de los ejércitos infernales, sino que también lo es en los pactos de los Aquelarres terrestres.

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Adeptos del cuerpo a cuerpo, los condenados de la cólera son unos soldados imprencindibles en los ejércitos demoníacos. Poderosos y capaces de cargar contra el adversario sin fallar, hostigan al adversario cayendo sobre ellos sin ningún miedo.

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El Condenado de la Gula empieza la partida con su “silueta flacucha”, luego se transformará en una monstruosidad adiposa y repugnante tan pronto como haya engullido a un enemigo con la ayuda de su boca babeante. Tranquilos, una vez haya digerido su comida, el condenado recobrará su cintura de avispa.

“Observe sus cuerpos, el diablo parece haberlos esculpido con la única misión de devorar sin cesar, incluso devorarían al mismo Abismo si no quedara nada más a lo que hincar el diente. Son como los cerdos…cerdos que serían capaces de engullir a un hombre sin verse saciados por ello. Y créame, ya los he visto en acción. Están rellenos de nuestra carne y les da igual que estemos muertos o vivos cuando se sientan a la mesa.”

Con tiempo todo se consigue, lo dicho … Los condenados de la pereza son realmente lentos, pero casi incansables. Su papel en el ejército infernal es ralentizar al adversario pegándose a sus faldas. También son excelentes para defender posiciones estratégicas

Pero son vagos. Muy vagos. Tanto, que les han tenido que atar las armas a las manos porque sino las dejaban caer a la mínina oportunidad. Están cansados de verlos tumbados en las planicies tostándose al sol y babeándose el ombligo. El resto de combatientes demoníacos los consideran inútiles, tanto que los ponen en primera fila para ver si mueren, pero son terriblemente resistentes.

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Foulques el Negro, una especie de cirujano demoníaco, esparcirá sobre el campo de batalla los órganos y las vísceras de sus víctimas.

” Su inmundo verdugo había actuado con una rapidez extraordinaria. Pero matar no había saciado a sus instrumentos de suplicio. Continuaban recortando brazos y piernas, arrancado los órganos y desenrollando las entrañas. Vi el corazón mutilado de mi joven explorador, blandido como un trofeo de carnicería. “

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Gafe (grain de sable) es un lémur liberto, es decir que empieza la partida sin necesidad de ser invocado y sin estar asociado a un hechizo. Sim embargo, este servidor insoportable es capaz de molestar terriblemente a los Mentalistas impidiendo que utilicen sus Auras.

“Un triste gemido llamó la atención del inquisidor. Una especie de niño atroz, que parecía haber sido pasado por alfileres nada más salir del vientre de su generatriz, gritaba débilmente.

Tres Condenados se lo lanzaban para jugar. Por pura crueldad, uno de ellos lo dejó estrellarse contra una pared en lugar de cogerlo al vuelo. La treta provocó una especie de hilaridad en los otros dos, remarcada por un estertor asmático. El primero levantó al niño con el fin de propulsarlo en el aire con una patada. Apenas tuvo tiempo de percibir el encendido de una mecha, cuando una granada voló la parte superior de su cabeza, dejando en su lugar la mandíbula inferior y poco más.”

El Gran Condenado de la cólera reforzará considerablemente la fuerza de choque de vuestra compañía, con la condición de sominar su furia…

«Cuando la bruma se disipó, grande fue su pena al descubrir a uno de estos Condenados solo, en medio de la planicie, aullando como un Perdido. La bestia había masacrado a un explorador enemigo antes de encontrar el lugar adecuado para verter su canto amargo sobre los Infiernos.”

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La espada sobredimensionada que blande el Gran Condenado del Orgullo simboliza perfectamente la opinión tan favorable que tiene de sí mismo. Casi podríamos absolverlo de este pecado del orgullo por sus habilidades marciales que harían palidecer de celos a un Gran Condenado de la Cólera. Convencido de su fuerza, el muy vanidoso se permite el lujo de desafiar a un combatiente enemigo para probarle, arrogantemente, su irreprochable superioridad…

“Si mi compañero no había sido capaz de ocuparse de los vulgares humanos, no habría podido cumplir la heroica tarea que me quedaba por desempeñar. De un golpe ineludible, del cual sólo yo conozco su secreto, le administré al titán el golpe final con mi hierro en pleno corazón.

Viendo esto, un viejo que acompañaba su tropa se tiró desde lo alto de las rocas, prefiriendo el suicidio a la derrota. Con esta enseñanza, los soldados huyeron. Una vez más había dado la victoria a los Infiernos.”

Para conseguir la victoria de su compañía, el ángel guerrero Samael, aceptará aguantar los peores tormentos. Es capaz de sufrir él total, o parte, del daño de uno de los combatientes de su ejército. Además es capaz de regenerar parte de sus puntos de vida durante las fases de preparación.

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La súcubo es una criatura lasciva y cruel que disfruta torturando a los miembros masculinos de las compañías.

“Si vos hubierais tenido la mala suerte de enfrentaros a esta criatura, créame, joven, que no os atreveríais a comentar los mil placeres dispensados por los súcubos.

No os equivoquéis con fantasías vanas, estos demonios son ante todo unos utensilios de muerte y sufrimiento, al servicio de las fuerzas malignas. Incluso el más intrépido espadachín no está a salvo del furor que corre por sus venas. Y qué decir de sus látigos, poseedores de vida propia, castigando al impudente que busca combatir a su ama. Podría regalarle el oído durante horas al hablarle de la simbiosis que vincula el látigo a su portadora, del odio primitivo que parece imbuirles. ¡Tened cuidado señor! ¡Cuando una súcubo se arremolina alrededor vuestro, veloz como el semental en la llanura, la muerte os llamará con su voz, estaos seguro de eso… ¡joven ignorante !

Aquel día, si el sargento Saint James no hubiera demostrado su valía, habría perdido algo más que un ojo.

La muy zorra casi me tenía a su merced. Mi espíritu sentía las promesas de los placeres impíos que evocaba. Todos mis deseos… al alcance de la mano… ¡Tan simple! Mi estoque era pésimo y era imposible físicamente que diera en el blanco. Inesperadamente, su cuerpo tembló, sus músculos se hincharon, sus ojos enrojecieron. Mi ojo fue sacado por un latigazo vengador. Aidan dirigió el fuego de sus hombres contra la furia demoníaca. Perforada de lado a lado, acabé la faena rápidamente y quememos su cadáver. Luego un velo rojo pasó ante mí, y el vacío…

Gonzalo, mi alma bondadosa me empuja a advertios, haced lo que os parezca con el tiempo que os queda de vida.

Discusión del Capitán Francisco Vargas y del esgrimista Gonzalo de Melo, llamado El loco, desaparecido ese día.”

Tsilla, el ángel quebrado es una destacada infernalista cuyo hechizo “Esputo ” contribuirá mucho en la victoria de su compañía.

“Reforjaremos el ejército de los luciferinos y devolveremos a este dominio su ley. Luego, arrancaré tu rostro, Asaliah, para que puedas contemplar cómo eres realmente.”

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El Condenado del Orgullo (soberbia) no destaca por la calidad de sus habilidades marciales, pero funciona en sinergia perfecta con su acólito, el Gran Condenado del Orgullo. Este dúo infernal os reserva muchas sorpresas…

“Ordené al cornudo matar a esa presunta masa de las arenas mientras que, con una hábil maniobra, me colé entre las defensas enemigas. Esquivé todos los peligros, la rapidez de mi danza guerrera sólo tenía como igual la agudeza de mi genio marcial. Con una sola mirada, había captado todas las claves de la batalla.”

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El Demonio de Carne es una masa de carne, dicha carne proviene de los restos de los muertos abandonados en el campo de batalla.

«La cara sanguinolenta toma forma sin disciplina, en una monstruosa gestación extramatricial. Así es como nuestra tierra maldita da forma a sus niños ilegítimos, nacidos del sufrimiento y del horror.
Esta maquinaria de piel y de tripas alcanza el estado de madurez al poco de unirse. Va y viene con total autonomía y reacciona a las órdenes con la celeridad del bastardo, cuidando de no ser reconocido por su genitor espiritual.»

Dicen que las Plañideras han sido condenadas al Infierno por cometer infanticidio, y vagan por los limbos intentando pescar a uno de los bebés que han muerto sin ser bautizados.

«En las planicies demacradas de nuestras tierras malditas, los lamentos de una plañidera son suficientes para ser un ataque glacial contra el enemigo. Estos cantos mórbidos inspiran a los vivos los miedos del misterio y del desconocimiento que se ocultan profundamente encerrados en ellos mismos… Estos golpes de suerte que siegan al niño inocente y dejan al tirano cebarse hasta ser senil, asedian las memorias.»